Don Polibio le decía a su esposa Historiae, ¡esto es una oclocracia!
Y como ella no entendía un pito y se lo quedaba mirando...se lo aclaraba...
Es la tiranía de las masas incultas y el uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o resoluciones desafortunadas.
Pero ella no lo captaba, cosa disculpable porque las cónyuges griegas del 120 a.C. no eran todo lo cultas que hubieran querido y ninguna de las otras tenía que bancarse un marido como el de ella, el historiador antiguo que más ha escrito sobre la historia, sobre la forma de hacer Historia y precursor de la disciplina de la Teoría de la Historia.
Más luego, otros maridos, como Aristóteles, Pericles, Giovanni Sartori, Juvenal, Shakespeare, Lope de Vega, Ortega y Gasset o Tocqueville advirtieron a sus cónyuges de un permanente peligro para la democracia popular:
"...el interés de los oclócratas que ejercen el poder para hacer degenerar la democracia en oclocracia con el objetivo de mantener dicho poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores".
Y nada...ellas tampoco los oyeron.
Hasta que llegó un franchute, encantador él, que atrajo las miradas y las orejas y habló hasta por los codos dejando algunas frases más o menos concatenadas que llegaron hasta nuestros días. Por ejemplo:
"En el desarrollo de la oclocracia, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista al mantenimiento de un poder personal o de grupo mediante la acción demagógica en sus múltiples formas". "Ello apelando a emociones irracionales mediante estrategias como la promoción de discriminaciones, fanatismos y sentimientos nacionalistas exacerbados; el fomento de los miedos e inquietudes irracionales; la creación de deseos injustificados o inalcanzables, para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la oratoria, la retórica y el control de la población".
"La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quien busca esta estructura de gobierno, a fin de utilizar la desinformación".
Y agregó...
"Así se mantiene un dominio sobre masas en movimiento que hacen valer sus propias instancias, inmediatas e incontroladas, creando la ilusión de que se impone un legítimo poder constituido sobre la voluntad popular.
Sin embargo, en El Contrato Social falta la piedra angular, es decir, la voluntad general de unos ciudadanos conscientes de su situación y de sus necesidades, una voluntad formada y preparada para la toma de decisiones y para ejercer su poder de legitimización de forma plena.
De esta forma, en la oclocracia, la legitimidad que otorga el pueblo está corrupta, pasando el poder del campo de los políticos al campo de los demagogos."
2 comentarios:
Cool !!
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