sábado, 14 de abril de 2012

Tener la manija






No sé si está bien o está mal. 
Sólo sé que hay que tener las ideas muy claras y una determinacion y convicción muy importantes.
La aceptación de estas actitudes puede que sea una prueba de madurez y de respeto hacia la dignidad del otro.
La religión determina otra cosa, que la decisión esté afuera, en la inoperabilidad total del "equipo", o en el azar. 

¿Habrá sido amor? ¿Cuál es su opinión?



Edward Downes (85) y su esposa Joan (74) vivieron una vida plena. Él fue un destacado director de orquesta británico. Ella una bailarina. Estuvieron casados 54 años y tuvieron dos hijos. Eran una pareja afortunada. Pero su felicidad se vio empañada en los últimos años por serios problemas de salud. A principios de mes, Edward y Joan tomaron una decisión: terminar con sus vidas. Viajaron a Suiza y se internaron en una clínica especializada en suicidios asistidos, donde fallecieron el viernes pasado. "Murieron en paz y en las circunstancias que ellos eligieron", explicaron sus hijos.

Downes llevaba cuarenta años como director de la Orquesta Filarmónica de la BBC, en Londres. Era un hombre reconocido en el ambiente artístico: había sido premiado en numerosas oportunidades y en 1991 recibió el título de caballero de la reina Isabel II de Inglaterra.
Su vida personal también fue afortunada. Se casó con Joan, una bailarina de ballet que luego trabajó como coreógrafa y como productora de televisión, y tuvo dos hijos con ella: Caractacus y Boudicca.
Sus familiares contaron que ambos "vivieron al máximo y se consideraban extremadamente afortunados de haber tenido vidas tan gratificantes, tanto en lo profesional como en lo personal''.
En los últimos tiempos, la salud del matrimonio se deterioró. Downes "estaba prácticamente ciego y sordo", declararon sus hijos en un documento publicado por la cadena BBC. Más delicado era el estado de su mujer, quien padecía una enfermedad terminal.
Esa situación fue demasiado para ellos. En los primeros días de julio, Edward y Joan tomaron una determinación. No iban a seguir así. Juntos viajaron a Suiza, a la clínica Dignitas -una institución especializada en eutanasia- y terminaron con sus vidas.
"Después de 54 felices años juntos, decidieron poner fin a sus vidas en vez de seguir luchando con sus serios problemas de salud", dijeron Caractacus y Boudicca, quienes destacaron que sus padres "murieron en paz y en las circunstancias que ellos mismos eligieron".


 Nuevamente me pregunto
USTED,  ¿QUÉ HARÍA?

2 comentarios:

Lils dijo...

Yo haría exactamente eso, lo que ellos hicieron. Sin dudas.

Dra Forte dijo...

Bueno, pero hay que tener un carácter muy fuerte y decidido...
Puesta a elegir, tal vez sí, cuando el sufrimiento es mucho y no hay solución...sí.
Pero...¿no hay ninguna solución?...Mirá la beba chaqueña...